Robert Capa

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 19:36

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Pequeñas joyas.

Matisse


Pablo Picasso y su hijo Claude (1951)


Pablo Picasso y Françoise Gilot



Conceptos de Educación y Docente

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 18:18

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¿Cómo impartiriamos nuestros conocimientos?

   Educación es construcción. Sería el sustantivo, mientras que docente el adjetivo. El concepto de educación estaría referido a todo aquello que engloba un sistema que nosotros hemos creado con el fin de poner normas, límites, valores y juicios dentro de la sociedad. El término docente vendría a significar todo aquello referente a la educación, o con algún tipo de relación a ella.

  Educar, educere es: hacer salir, extraer, sacar, guiar, conducir; educare es: criar, cuidar, alimentar, formar, instruir.

  Impartir conocimientos con respeto, siendo humano, pero firme. Sobre todo, y por encima de cualquier cosa, mostrando pasión por aquello que enseño, y creando asi ínterés por ello. Si no lo haces con pasión, jamás seras un buen maestro. Interesandote por los alumnos, creando una atmósfera de trabajo favorable para todos. Poniendo de mi parte sin esperar recibir cumplidos ni aplausos por ello. Siendo una guía, que hable sin tapujos, y diga La Verdad. Siendo afectivo, pasional, compasivo. Si sabes lo que es necesario, y de verdad deseas transmitirlo, el poder autoritario y el respeto a través del miedo quedan obsoletos y fuera de lugar. No seran necesarios.



"La educación para la libertad debe comenzar exponiendo hechos y enunciando valores y debe continuar creando adecuadas técnicas para la realización de los valores y para combatir a quienes deciden desconocer los hechos y negar los valores por una razón cualquiera.
En un capítulo anterior, he examinado la Ética Social, en función de la cual se justifican y se hace que parezcan un bien los males resultantes del exceso de organización y del exceso de población. ¿Es que un sistema de valores así está de acuerdo con lo que sabemos del físico y del temperamento humanos? La Ética Social parte del supuesto de que la crianza tiene una importancia decisiva en la determinación de la contacta humana y de que la naturaleza —el equipo psicofísico con el que nacen los individuos— es un factor insignificante. Pero ¿es esto verdad? ¿Es verdad que los seres humanos son únicamente los productos de su ambiente social? Y si no es verdad, ¿qué justificación puede haber para sostener que el individuo es menos importante que el grupo del que es miembro?
[...]Esa educación para la libertad debe ser, como he dicho, una educación ante todo en hechos y en valores: los hechos de la diversidad individual y de la singularidad genética y los valores de la libertad, la tolerancia y la caridad mutua que son los corolarios éticos de tales hechos. Pero, por desgracia, el conocimiento exacto y los sólidos principios no son bastantes. Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante. Una hábil apelación a la pasión es muchas veces demasiado fuerte para la mejor de las buenas resoluciones. Los efectos de la propaganda falsa y perniciosa no pueden ser neutralizados sin un adiestramiento a fondo en el arte de analizar sus técnicas y ver a través de sus sofismas. El lenguaje ha permitido que el hombre progrese de la animalidad a la civilización. Pero el lenguaje ha inspirado también esa continua locura y esa sistemática genuinamente diabólica perversidad que no son menos características del comportamiento humano que las virtudes lingüísticamente inspiradas de la premeditación sistemática y de la continua benevolencia angélica. El lenguaje permite a quienes lo usan dedicar atención a cosas, personas y hechos, hasta cuando las cosas y las personas están ausentes y los hechos no están ocurriendo. El lenguaje procura la definición a nuestras memorias y, al traducir la experiencia en símbolos, convierte lo inmediato del deseo o el aborrecimiento, del odio o del amor, en principios fijos de sentimiento y conducta. De un modo del que no tenemos plena conciencia, el sistema reticular del cerebro selecciona de una incontable multitud de estímulos esas pocas experiencias que tienen importancia práctica para nosotros. De estas experiencias inconscientemente seleccionadas, seleccionamos y extraemos de modo más o menos consciente un reducido número, al que marcamos con palabras de nuestro vocabulario y luego clasificamos dentro de un sistema a la vez metafísico, científico y ético que está formado por otras palabras de un nivel de abstracción más alto. En los casos en que la selección y la extracción hayan sido dictadas por un sistema que no sea demasiado erróneo como opinión de la naturaleza de las cosas, y en que los marbetes verbales hayan sido inteligentemente elegidos y su naturaleza simbólica claramente comprendida, nuestro comportamiento tenderá a ser realista y tolerablemente decoroso. En cambio, bajo la influencia de palabras mal elegidas y aplicadas, sin comprensión alguna de su carácter meramente simbólico, a experiencias que han sido seleccionadas y extraídas a la luz de un sistema de ideas erróneas, tenderemos a comportarnos con una diabólica y organizada estupidez, de la que los animales mudos (precisamente porque son mudos y no pueden hablar) son beatíficamente incapaces.
En su propaganda antirracional, los enemigos de la libertad pervierten sistemáticamente los recursos de lenguaje, con objeto de atraer o empujar a sus víctimas hacia el modo de pensar, sentir y obrar que ellos, los manipuladores de la mente, desean. Una educación para la libertad (y para el amor y la inteligencia que son, a un mismo tiempo, las condiciones y los resultados de la libertad) debe ser, entre otras cosas, una educación en el uso propio del lenguaje. Desde hace dos o tres generaciones, los filósofos han dedicado mucho tiempo y mucha meditación al análisis de los símbolos y al significado del significado. ¿Cómo se relacionan las palabras y expresiones que hablamos con las cosas, personas y sucesos con los que nos habemos en nuestra vida cotidiana? Examinar este problema nos exigiría mucho tiempo y nos llevaría demasiado lejos. Basta que digamos que disponemos actualmente de todo el material intelectual que se precisa para una sólida educación en el uso propio del lenguaje, para una educación en todos los niveles, desde el jardín de infantes hasta los cursos para graduados. Esta educación en el arte de distinguir entre el uso propio y el uso impropio de los símbolos debería ser inaugurada inmediatamente. En verdad, pudo haber sido inaugurada en cualquier momento de los últimos treinta o cuarenta años. Y sin embargo, en ningún sito se enseña a los niños, de un modo sistemático, a distinguir la afirmación verdadera de la falsa, la significativa de la carente de significado. ¿Por qué es así? Porque sus mayores, inclusive en los países democráticos, no quieren darles esta clase de educación. A este respecto, la breve y triste historia del Instituto de Análisis de la Propaganda es significativa en grado sumo. El Instituto fue fundado en 1937, cuando la propaganda nazi era más ruidosa y efectiva, por el señor Filene, el filántropo de Nueva Inglaterra. Bajo los auspicios de este centro, se hicieron análisis de propaganda no racional y se prepararon varios textos para la instrucción de los estudiantes secundarios y universitarios. Vino luego la guerra, una guerra total, en todos los frentes, en el mental no menos que en el físico. Con todos los Gobiernos Aliados dedicados a la "guerra psicológica", insistir en la conveniencia del análisis de la propaganda parecía un poco falta de tacto. El Instituto fue cerrado en 1941. Pero inclusive antes del estallido de las hostilidades había muchas personas a las que las actividades del centro parecían muy inconvenientes. Ciertos educadores, por ejemplo, desaprobaban la enseñanza del análisis de la propaganda alegando que induciría al cinismo a los adolescentes. Tampoco los militares acogían con agrado tal enseñanza; temían que los reclutas comenzaran a analizar el lenguaje de los sargentos instructores. Y estaban luego los clérigos y los anunciantes. Los clérigos se pronunciaban contra el análisis de la propaganda alegando que un análisis así socavaría la fe y disminuiría la asistencia a la iglesia; los anunciantes adoptaron la misma actitud por entender que tal análisis socavaría la lealtad a las marcas y reduciría las ventas.
Estos temores y desagrados no carecían de fundamento. Un escrutinio demasiado a fondo por parte de demasiada gente del común de lo que dicen sus pastores y maestros puede resultar profundamente subversivo. En su forma presente, el orden social depende para su continuación de la aceptación, sin demasiadas preguntas embarazosas, de la propaganda presentada por quienes tienen autoridad y de la propaganda santificada por las tradiciones locales. Una vez más, el problema consiste en encontrar el oportuno término medio. Los individuos deben ser lo bastante sugestionables para que quieran y puedan hacer que su sociedad funcione, pero no tan sugestionables que caigan bajo el hechizo de manipuladores profesionales de la mente. Análogamente, debe enseñárseles en materia de análisis de la propaganda lo suficiente para que no crean a ojos cerrados en la pura insensatez, pero no tanto que rechacen abiertamente las manifestaciones no siempre racionales de los bien intencionados guardianes de la tradición. Probablemente, el feliz término medio entre la credulidad y el escepticismo total nunca podrá ser descubierto y mantenido por el solo análisis. Este planteamiento más bien negativo del problema tendrá que ser complementado por algo más positivo: la enunciación de una serie de valores generalmente aceptables basados en un sólido cimiento de hechos. El valor, ante todo, de la libertad individual, basado en los hechos de la diversidad humana y de la singularidad genética; el valor de la caridad y la compasión, basado en un hecho conocido de antiguo y descubierto de nuevo por la moderna psiquiatría, es decir, el hecho de que el amor es tan necesario para los seres humanos como la comida y el techo; y, finalmente, el valor de la inteligencia, sin la que el amor es impotente y la libertad inasequible. Esta serie de valores nos proporcionará un criterio para que la propaganda pueda ser juzgada. La propaganda que resulte insensata e inmoral podrá así ser rechazada sin discusión. La que sea meramente irracional, pero resulte compatible con el amor y la libertad y no se oponga en principio al ejercicio de la inteligencia, podrá ser provisionalmente aceptada por lo que valga."


Tomado de "Brave new world revisited (retorno al mundo feliz)", de Aldous Huxley

Entrevista a Chris Burden

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 17:48

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Tu trabajo en la universidad te obliga a relacionarte con las generaciones más jóvenes. ¿Crees que ellos han asimilado tu trabajo? ¿Qué función tiene un artista que ejerce como profesor?

Muchos estudiantes hacen obras parecidas a las de sus profesores, o a las de otros artistas conocidos en el mundo del arte. Este es el proceso normal de maduración del estudiante. Llegado a un punto, el estudiante/artista debe rechazar y, al mismo tiempo, incorporar aquello que le ha influenciado y de alguna manera encontrar y forjar una visión propia y única.

Pienso que la labor de un artista que además es profesor, es una combinación de muchas cosas diferentes. Lo primero que debe ofrecer es un ejemplo de actitud profesional modélica. Los profesores deben también animar a los estudiantes, espiritualmente, a continuar con su compromiso de búsqueda artística. Siempre hay muchas, muchas razones para no hacer arte y éstas son innumerables, como la falta de dinero, la falta de tiempo, el corrupto mundo del arte, la desaprobación paterna, las restricciones institucionales, etc., etc. Recuerdo a mis estudiantes que hacer arte es verdaderamente una actividad subversiva en cualquier sociedad. Creo que el arte al final desafiará y sustituirá a la ciencia y a la religión como la disciplina que es capaz de plantear el sentido esencial de nuestra existencia.


¿Cómo explicarías que en tus acciones Working Artist, Honest Labour y Shadow, realizadas en centros universitarios, has mantenido siempre un distanciamiento respecto a los alumnos asistentes?

La distancia que fui capaz de mantener en mis performances formaba parte de la estructura de la obra. Por ejemplo, en Working Artist, la acción se desarrollaba en un espacio simulado de estudio/oficina. Por lo tanto, para hablar conmigo había que interrumpir mi trabajo.

En Honest Labour, mi actividad, cavar una zanja, tuvo lugar en un yermo y solitario descampado. Sólo estaba disponible si un estudiante venía a visitarme. Cuando venían, ellos o yo cavábamos, lo que imposibilitaba la conversación.

En Shadow, durante mi estancia en la Ohio State University, mantuve teatralmente, en todo momento, la incomunicativa y distante actitud de artista. Así pues, en esta performance, incluía algo más que mi propia exhibición detrás de la pantalla respondiendo sí o no a las preguntas formuladas por los espectadores. La distancia que mantenía era deliberada y una burla de la imagen tópica del taciturno y reservado "artista".

¿Qué piensas de las relaciones entre arte y universidad?

En general esta relación es incómoda, puesto que una universidad académica maneja un conjunto de conocimientos muy preciso y limitado. La mayor parte del aprendizaje académico es investigación erudita basada en investigaciones previas. Los pasos en la investigación universitaria tradicional son pequeños aumentos de conocimientos añadidos a un conjunto de conocimientos mayor ya existente. Mientras tanto, los avances en el arte están basados en razonamientos intuitivos y espirituales. La universidad tradicional desconfía de esta clase de metodología, porque el arte y su relación con lo académico es como la relación entre el vudú y la iglesia católica.

Por otro lado, la universidad siente que debe, y estoy de acuerdo, apoyar la "cultura". En las mejores circunstancias, los artistas, tanto los estudiantes como el profesorado que trabaja en la universidad, son capaces de enriquecer su trabajo haciendo uso de las muchas fuentes intelectuales que la universidad ofrece.

Finalmente, la universidad y las academias de arte son en la actualidad uno de los mayores mecenas de las artes. Brindan ayuda financiera al arte que por diversas razones es impopular o no viable en el mercado.


Realmente, ¿qué pretendías con Shoot, una pieza que huye del espectáculo, donde apenas había invitados y ningún medio de comunicación, pero que, curiosamente, ha sido una de tus obras más espectaculares?

Mi gran preocupación cuando realicé Shoot era que los medios de comunicación lo controlaran, así que deliberadamente mantuve a todos los medios y a la prensa al margen. También estaba interesado en tener un público de compañeros artistas que simpatizaran con mis intenciones. Los espectadores fueron invitados personalmente. Este control de la audiencia distingue mis acciones del teatro tradicional. De hecho, en una performance la magnitud y la formación del público es parte de la obra. En mis performances no había una separación entre el público y el intérprete como en el teatro.



Recientemente has declarado que Shoot es una obra que, aunque realizada hace casi treinta años, tiene una vigencia actual. ¿Por qué?

Todo aquel que oye o lee algo sobre esta performance se ha preguntado en un momento u otro, consciente o inconscientemente, qué se siente cuando te disparan. Planteándome esta pregunta y realizando esta acción, he respondido por mí mismo. Los espectadores no pueden evitar ponerse en mi lugar. Ser disparado es algo que la mayoría de la gente evita enérgicamente, esta performance toca la misma esencia de la vida y es aún, treinta años después, objeto de controversia y discusión. Mientras las pistolas existan, Shoot se recordará.

Creo que Shoot resulta elegante y precisa, en el sentido de que fue una obra de arte importante que atrapó la imaginación del público y se llevó a cabo con medios mínimos y en un periodo de tiempo extremadamente corto.

¿Piensas que tus obras, especialmente tus acciones, tienen una relación implícita con los medios de comunicación, los mecanismos de control y, en última instancia, con el poder?

Pienso que el poder tiene formas diferentes. La que nos es más familiar, en una sociedad capitalista, es la del dinero. Hay también un poder que viene de la imaginación y de las ideas. Los medios de comunicación son el canal más importante en el mundo occidental para la difusión de las ideas. Ya sé que hace falta dinero para dirigir los medios. Y que pueden ser utilizados como un mecanismo de control, pero en realidad son los mayores difusores de nuevas ideas. Diría que todo mi trabajo, no sólo mis performances, tienen como preocupación el poder y de una forma u otra dependen de los medios de comunicación. Recientemente expuse una gran escultura en Viena llamada The Flying Steamroller. Esta escultura fue difundida a través de la televisión austriaca. Fueron muchas más las personas que conocieron esta obra a través de los medios de comunicación que mediante las visitas al museo. Muchas veces, cuando concibo nuevos trabajos, pienso en la mayor audiencia, la que ve un reportaje en un informativo televisivo. Por ejemplo, en mi propuesta de proyecto The Sailing Destroyer (1990), me di cuenta de que si era capaz de navegar en un auténtico destructor por el Mar del Norte, los informativos de la televisión británica dirían en un reportaje de 10 segundos: "Artista americano da una vuelta en el destructor WW2 por el Mar del Norte". No contar con los medios de comunicación en tu trabajo te hace formar parte de un mundo paralelo, pero secreto. En ciertas circunstancias puede tener sentido para un artista dar la espalda a los medios, y aislarse, pero para llegar a una gran audiencia contemporánea, son un instrumento indispensable.


Fragmento de la entrevista realizada por Juan Agustín Mancebo. Mayo 1996

Clifford Geertz. El arte como sistema cultural

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 16:37

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   Hablamos de arte, pensamos en el arte, sentimos el arte, compartimos el arte. ¿Por qué?  Cuestionamos las nociones de arte, sus clasificaciones, sus libertades, su significado constantemente. Como ya dije en una ocasión anterior, ¿estaremos planteando las preguntas adecuadas? Quizás no obtengamos una solución por este mismo hecho, o quizás, y aun más sencillo, no queramos dicha solución. Ésta no existe para nosotros.
Geertz nos habla de marcos culturales diferentes, de la inutilidad del arte, y de cómo siempre se ha dado y ha estado presente en todos los ambitos y períodos históricos. No se puede admitir que un signo, un significado tenga una repercusión, una aceptación, una misma noción mundial.

   El arte nos afinca en un contexto. Nos marca con su libertad unos límites tantos políticos como económicos y sociales. El arte es cultura. El arte nos culturiza. Culturizamos al arte.
  
   Buscamos sentido a lo que hacemos a través del arte, y a través de este mismo, una iconografía que nos enmarque culturalmente.




"A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire.
La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil." de El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde

Arthur Danto. El final del arte. O no.

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 15:53

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   Una lectura densa, impactante, provocativa, estimulante. Desde un principio atrae: El arte ha muerto. Nos engancha reflexionando y hablandonos de la hipotética muerte del arte en los campos de la percepción y la estética. Radical y extremedamente sensacionalista, nos hace entrever a lo largo de las páginas la agonía y posterior muerte del arte a nivel técnico, llegando hasta nuestros días, y asimismo nos ofrece su visión contraria de una no-muerte a nivel expresivo. Juzguen ustedes mismos.

"Mi filosofía de A a B, y de B a A", de Andy Warhol (1975)
"Tengo que mirarme en el espejo para descubrir algunas pistas. No falta nada. Todo está allí. La mirada impávida...la aburrida languidez, la decandente palidez...la chic extravagancia, el asombro básicamente pasivo, el sojuzgante y secreto conocimiento...La infantil ingenuidad del chicle, el glamour que arranca de la desesperación, el descuido de ña autoadmiración, la perfeccionada otredad, la sutileza, la aureola sombría y susurrante, la piel y los huesos...los labios cenicientos. El lanudo pelo platino, suave y metálico. Las venas del cuello abultadas alrededor de la gran manzana de Adán. Todo esta allí, B. No falta nada. Soy todo lo que dice que soy mi albúm de recuerdos"



El final del arte, de Arthur Danto

El arte en este fin de siglo

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 15:32

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   En esta entrada hablaremos del libro "Reflexiones sobre arte, cultura y tecnología", y más concretamente de un capítulo de María de Corral, "el arte en este fin de siglo". Antes de comenzar a profundizar en dicho documento es importante saber un poco más sobre la autora del mismo. Es una comisaria de arte de nivel internacional, que ha dirigido numerosas muestras y fue directora del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Codirectora de la Bienal de Venecia 2005, entre otros.

   Al comienzo del texto, nos encontramos con la siguiente cita: "Tienes que amar el arte si su belleza se te revela". Y como bien dice María de Corral, en este siglo la belleza ya no nos es revelada, sino que tenemos que buscarla y encontrarla nosotros mismo. Este es el aclaratorio comienzo a raíz del cual se nos hace un breve repaso del arte en los años 80, con la vuelta a la pintura y el nuevo lenguaje personal, la consolidación de la mujer en el mundo del arte y la opción de la fotografía como método artístico y expresivo, además del nacimiento de nuevas tendencias relacionadas con el consumo de los “media”, los ordenadores y la publicidad.

   En el texto se utiliza el término “posmoderno” para referirse al momento artístico de los años 80, término que se empezó a utilizar en esta época para referirse al “estado intermedio de conciencia que constituye la transición entre el antiguo y el nuevo modelo de realidad que se estaba construyendo.” La formación de la nueva concepción del yo, en este periodo absorbe a los artistas, quienes comienzan a tratar este tema en su obra.

   Dice de Corral, que en este momento de la historia, los artistas empieza a interesarse por sí mismos. Yo y un mundo nuevo. El viejo concepto del artista frente un mundo posmoderno, donde los avances se sufren cada día y en todos los campos. La política, la sociedad, la economía, la era de la informática y la comunicación. En definitiva, una vida a toda prisa. En este contexto, una serie de artistas buscan información en su interior y en el mundo que les rodea para poder existir, dando como consecuencia una obra que habla de su propia búsqueda. Es el artista en este caso el que decide que es el arte. Es una manera descarada de hacer de su propia vida una obra de arte.

   En este caso, son personas corrientes, que no necesitan ningún tipo de aptitudes para llegar a hacer una obra, sino una actitud.Una actitud que nace de la visión de Duchamp. Sienten la necesidad de contar lo que estan viviendo, lo que les pasa por dentro, su contexto en la vida, dejar huello de ello.

   Transgredir. Innovar. Expresar y reflejar sentimientos en sentido material o conceptual. La novedad, la fugacidad, el consumismo, todo se envuelve en este nuevo arte. Como enormes transmisores de ideas amontonadas, contrapuestas, entremezcladas. Según Corral, el arte se convierte en un instrumento que comunica más que en un medio de entretenimiento. En este punto creo que se debería matizar este pensamiento, ya que aun siendo un arte que refleja el mismo interior del artista, seriamos hipócritas si dijesemos que ello se hace sin el sentimiento gratificante de "poder ser vistos, oidos y aplaudidos". Y esto siempre conlleva a la desmitificación del propio autor, y dada la situación, el arte no es más que otro producto que consumir, algo quebradizo y fugaz que nos sirve para entretenernos de nuestras propias vidas.

La apreciación del arte

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 14:41

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   Es el fenómeno ocurrido en los museos de arte moderno y contemporáneo, los cuales han pasado a convertirse, de centros sacrílegos del arte más exquisito y elitista, a centros monumentales de entretenimiento masivo. Crítica, opinión correctamente fundamentada sobre la evolución de la exposición del arte para el público, y de cómo ha cambiado la percepción que de dicho mundo se tiene.

Es una retrospectiva sobre como han cambiado las cosas desde que los grandes museos americanos abrieron sus puertas en masa para el público en general, y sobre todo para un sector de este mismo, cuyo término llega a sonar despectivo en algunas ocasiones: los turistas.

   Con la exposición celebrada en 1976, "King Tut", en el Metropolitan Museum of Art, el mundo del arte da un giro de 180º. Esta monumental muestra de los tesoros, las joyas y el propio Tutankamon, fija el que será hasta el día de hoy el mayor concepto a nivel empresarial jamás creado: el taquillazo museístico.
Los turistas pasaran por un museo igual que si recorriesen unos grandes almacenes, viendo solo lo que les interesa, menospreciando el resto, y con total indiferencia vanagloriandose de ello.
Comercialización tanto física como moral.
Y como consecuencia, brecha ya existente cada vez más acentuada entre el arte contemporáneo, y el público, la sociedad, la masa insaciable de algo "nuevo".

   Antes nos podiamos quejar del elitismo que destilaban estos museos, los cuales eran considerados centros de sabiduría, reductos del placer estético, pequeños, desconocidos. Ahora se hallan transformados en centros comerciales repletos de colas, en grandes exposiciones, en muestras multitudinarias, en unos escaparates donde lo único que tiene relevancia es la "fama" del cuadro, la obra maestra, lo asentado ya como arte indestructible y eterno en las páginas de historia. Con un público poco selecto, apenas informado o totalmente desinteresado en aquello que no ve, sino que solo mira. ¿De qué nos podemos quejar ahora? ¿Era mejor el carácter elitista y aristócrata del mundo del arte, o esto otro, el arte por y para el pueblo? ¿No hay término medio entre ganancias empresariales y el beneficio artístico, didáctico, educativo?

   ¿Quienes han tomado dicha herencia sacándole el máximo partido, exprimiendo su esencia, desvirtuando su carácter y convirtiéndolo en la triste caricatura que es hoy día? ¿Nos miramos en el espejo?

   ¿En qué hemos convertido el arte? ¿Y la nueva generación? Es contraria, antagonista a la generación de sus padres. Odiando el arte contemporáneo tal como nosotros los bebemos, ¿es necesario ese extremo, necesita el arte de ello para poder hacer acto de presencia? ¿O somos nosotros, quienes escudandonos tras su causa intentamos hacer acto de presencia en el arte?
Lo usamos como herramienta capitalista para conseguir todo aquello que siempre hemos deseado, incluida la vanidad, el amor propio, el orgullo por la apariencia de un conocimiento falso, que solo empequeñece al que intenta poseerlo, y acaba destruyendo a aquel que lo tiene.

   Hace que te replantees tus propios objetivos, tus propias metas. De cómo encarabas al arte, cómo un enemigo, cómo un amante, cómo un confidente. Te hace ser conciente de cuantas razones tienes tanto para odiar este mundo del arte como para amarlo. Aun siendo la tierra más hostil en la que te puedas hallar, nunca te aburres de ella, y te da todo lo necesario para sentir con pasión aquello que se te presenta como imposible. Lo ves, lo palpas, y finalmente, lo haces tuyo y a la vez de todos. Es todo y es nada.
                            

                                                                                                 Artículo "Un cuento con moraleja", de Bruno LeMieux-Ruibal
 


  

    Manifiesto grupo Cobra (1948):
"La cultura del individuo y la sociedad de clases que la han conformado están en decadencia y sus instituciones, mantenidas artificialmente, no dejan que la imaginación creadora se desarrolle en libertad. Y ahora que estos ideales están en crisis, así como la supremacía económica de la burguesía, comienza un nuevo período en el que toda la red de convenciones culturales pierde su razón de ser y su sentido, y en el que cabe pensar en la conquista de una libertad nueva y en la vuelta de las fuentes primigenias de la vida"