La apreciación del arte

Posted by MJLopez | Posted in | Posted on 14:41

0

   Es el fenómeno ocurrido en los museos de arte moderno y contemporáneo, los cuales han pasado a convertirse, de centros sacrílegos del arte más exquisito y elitista, a centros monumentales de entretenimiento masivo. Crítica, opinión correctamente fundamentada sobre la evolución de la exposición del arte para el público, y de cómo ha cambiado la percepción que de dicho mundo se tiene.

Es una retrospectiva sobre como han cambiado las cosas desde que los grandes museos americanos abrieron sus puertas en masa para el público en general, y sobre todo para un sector de este mismo, cuyo término llega a sonar despectivo en algunas ocasiones: los turistas.

   Con la exposición celebrada en 1976, "King Tut", en el Metropolitan Museum of Art, el mundo del arte da un giro de 180º. Esta monumental muestra de los tesoros, las joyas y el propio Tutankamon, fija el que será hasta el día de hoy el mayor concepto a nivel empresarial jamás creado: el taquillazo museístico.
Los turistas pasaran por un museo igual que si recorriesen unos grandes almacenes, viendo solo lo que les interesa, menospreciando el resto, y con total indiferencia vanagloriandose de ello.
Comercialización tanto física como moral.
Y como consecuencia, brecha ya existente cada vez más acentuada entre el arte contemporáneo, y el público, la sociedad, la masa insaciable de algo "nuevo".

   Antes nos podiamos quejar del elitismo que destilaban estos museos, los cuales eran considerados centros de sabiduría, reductos del placer estético, pequeños, desconocidos. Ahora se hallan transformados en centros comerciales repletos de colas, en grandes exposiciones, en muestras multitudinarias, en unos escaparates donde lo único que tiene relevancia es la "fama" del cuadro, la obra maestra, lo asentado ya como arte indestructible y eterno en las páginas de historia. Con un público poco selecto, apenas informado o totalmente desinteresado en aquello que no ve, sino que solo mira. ¿De qué nos podemos quejar ahora? ¿Era mejor el carácter elitista y aristócrata del mundo del arte, o esto otro, el arte por y para el pueblo? ¿No hay término medio entre ganancias empresariales y el beneficio artístico, didáctico, educativo?

   ¿Quienes han tomado dicha herencia sacándole el máximo partido, exprimiendo su esencia, desvirtuando su carácter y convirtiéndolo en la triste caricatura que es hoy día? ¿Nos miramos en el espejo?

   ¿En qué hemos convertido el arte? ¿Y la nueva generación? Es contraria, antagonista a la generación de sus padres. Odiando el arte contemporáneo tal como nosotros los bebemos, ¿es necesario ese extremo, necesita el arte de ello para poder hacer acto de presencia? ¿O somos nosotros, quienes escudandonos tras su causa intentamos hacer acto de presencia en el arte?
Lo usamos como herramienta capitalista para conseguir todo aquello que siempre hemos deseado, incluida la vanidad, el amor propio, el orgullo por la apariencia de un conocimiento falso, que solo empequeñece al que intenta poseerlo, y acaba destruyendo a aquel que lo tiene.

   Hace que te replantees tus propios objetivos, tus propias metas. De cómo encarabas al arte, cómo un enemigo, cómo un amante, cómo un confidente. Te hace ser conciente de cuantas razones tienes tanto para odiar este mundo del arte como para amarlo. Aun siendo la tierra más hostil en la que te puedas hallar, nunca te aburres de ella, y te da todo lo necesario para sentir con pasión aquello que se te presenta como imposible. Lo ves, lo palpas, y finalmente, lo haces tuyo y a la vez de todos. Es todo y es nada.
                            

                                                                                                 Artículo "Un cuento con moraleja", de Bruno LeMieux-Ruibal
 


  

    Manifiesto grupo Cobra (1948):
"La cultura del individuo y la sociedad de clases que la han conformado están en decadencia y sus instituciones, mantenidas artificialmente, no dejan que la imaginación creadora se desarrolle en libertad. Y ahora que estos ideales están en crisis, así como la supremacía económica de la burguesía, comienza un nuevo período en el que toda la red de convenciones culturales pierde su razón de ser y su sentido, y en el que cabe pensar en la conquista de una libertad nueva y en la vuelta de las fuentes primigenias de la vida"

Comments (0)

Publicar un comentario